miércoles, 29 de abril de 2009

Una bolsita de papel arrugada en la vereda


¿Quién me saca esta angustia? Si sólo somos polvo, porqué los besos?

Si somos un puntito, un parpadeo, porqué la eternidad, el infinito?

Si los profetas del Apocalipsis tienen razón, porqué decirlo?¿Porqué llevarse la paz de una noche con perfumes?

Si tienen razón ¿Quién me quita mis pasos dados?¿Quién me va a sangrar en cada esquina por defender lo nuestro?

¿Quién me va a enterrar en un ataúd con la patética esperanza de que me quede ahí?

¿y si dios soy yo, sos vos, son los cuerpos latiendo, temblando, frágiles a cualquier muerte. Si dios se muere ¿Dónde irá?

Mi patria, la patria de los ofendidos

la patria de los crédulos, de los cómodos, de los genocidas de cada día.

y la otra patria, que es la misma, de mujeres llorando y hombres llorando y niños jugando a no tener hambre, a no tener miedo

y el miedo que mata y tortura y grita

el miedo a despertarse invadido por sábanas, sin ningún oído del cual agarrarse para no caer en uno mismo sin fondo.

Y si el mundo se muere, es porque no vimos lo suficiente

no olimos

nadie tocó a alguien

Esta confusión quizás poesía, de un puntito. De un paralelo, un meridiano, que se yo

Una aguja tictac perforando la piel.

diciendo ahora, porque tal vez o nunca.