jueves, 1 de julio de 2010

sangre y maíz


cómo pesan en mi boca
las palabras calladas
los silencios recordados.
en este infinito de dudas
son los herejes paseos
a lo negado los que
traen un alivio de nubes
o gotas finas de llovizna
o amores sabios
son los hondos cuencos de mis manos
los que piden sangre y maíz
los que piden el reconocerse ya
de luces esquizofrénicas
que se buscan incesantes
que se miran sin mirarse
que se hablan sin saberlo
que buscan amarse
sin saberlo
buscan
se buscan
sin saberlo
demasiadas cosas por decir
como para guardar silencio
demasiadas manos que tomar
como para cerrar la reja

ansío

gotas cansadas
de morir en la vereda
ansiosas del profundo
sabor de la tierra húmeda
pistones que golpean
para nada
camiones llenos de ajenos
personas llenas de relojes
la cordura
ya lastima mis oídos