sábado, 16 de marzo de 2013

he creado un instante en mi vida donde
todo es perfecto
donde todo se disuelve y queda agua

agua, el flujo primordial
agua, mi semen, tu sangre

el agua de la gran madre derramándose en todo
mojando las oscuridades, los papeleos pendientes
lo gris y lo oxidado

los brotes al sol

agua, gran madre, mojándolo todo
me dejo llevar
por la muerte
me lleva
me lleva
leven anclas
partimos rumbo
a lo inmaterial

regocíjense
pues verán el infinito
y ya nada quedará.
He ahí la puerta,
el umbral a lo incognoscible

¿cruzarás?
no soy nada
soy sólo la brisa
haciendo bailar las hojas

soy un recuerdo del futuro
en la plaza
los pibes dando vueltas
y es una locomotora la vida
que se desvanece y vuelve a surgir

como una gota de rocío
que se convence que no volverá a serlo
como el roce de las ropas
el tránsito
-distintas patentes, siempre el mismo auto-
como las reglas
las personas

en este regocijo de insatisfacción
perdura el instante aquél
el aroma de las playas del sur
el misterio

vuelve el habla
profunda de los ancestros
a recitar en la noche
aquellas poesías

vuelve la nada
vuelve a surgir
el hálito de dios
envolviéndolo todo
¿Así que querés escapar de la muerte?
entonces deja todo, soltalo todo y muere.
como susurrarle al que duerme
'vete' y ya no despierta
como fruta que se pudre, con un único propósito:
dar a luz

la muerte como única respuesta
la que permanece
la compañera eterna.

no busques más, buscador de la vida
ahí está tu respuesta:
morir siempre,
la puerta a las maravillas
mis células se cargaron de luz
presiento al Gran Creador
en las hebras de luz que lo cubren todo
todo que me atraviesa
me hace impermanencia

un vacío salpicado de colores que no llego a ver
una intensidad de lo concreto
que habla de la luz que lo sostiene
busco un incierto paisaje
destilando probables
rezumando bondad
mi pecho herido

caminante de las posibilidades
estoy en el centro de un prado en flor
y en cada pétalo se encuentra dios.
¿qué flor recogeré para mi mesa?
¿en que pétalo me encuentro yo?

Ellas

florecen
se estremecen ante mí
un ardor amarillo
la explosión más sutil

En la muerte del día
cuando todo es poder
y los amargos casi están
ellas irradian,
imponentes en su fragilidad,
la canción del monte

en el mar

me sumerjo en mi mar
de dudas y preguntas
llegan las respuestas sin fuerza
como si no creyera a mi escencia.
Una certeza impermanente.

Los rayos lumínicos
cruzan mi espacio.
no los atrapo.
se escapan libres y fugaces
como vinieron al mundo.

ocupa mi espacio
una sombra.
un vaho inmaterial
que lo cubre todo

y a la vez, el río.
los pececitos creciendo.
Una hermosa avispa en la piedra
a la que develo mi presencia
apartando mi sombra de su lugar.

MI presencia
quizás eso sea
lo único tangible

el río mi presencia
los peces mi presencia
la avispa, el cielo.
todo late contra el borde de mi piel
queriendo romper ese velo, romperme,
entrar y ser en mí

un vuelo precoz
verano desparramando semillas
mis pies
el cóndor que lo abarca todo
busco en mi pecho insondables mareas
que me llevan, me llevan
donde no quiero ver.

esa fuerza me arrastra, incontenible
derriba cada muralla
arrasa con todos los jardines
artificiales

esa fuerza fuego, consume
derrite todo lo que construí
o construyó más bien
algún arquitecto ajeno
que creía ser

busco en mis palmas el porqué
encuentro un halo de luz
brillando muy profundo
donde no llegan las palabras

Los dos caminos


sentado a la sombra del quebracho
las nubes pasan rápido, apenas si saludan

recuerdo que leí no hace mucho
palabras de un sabio que asegura
que todo el conocimiento,
los secretos del universo
están impresos, se encuentran manifestados
en la naturaleza.
Con esto en mente veo la hoja.

Sus nervaduras se separan
se disgregan desde el pecíolo
cada vez más ausentes de las demás
más lejos de lo que las une
van a morir solas,
en los límites de lo cognoscible

Pienso en el ser humano
Ahí es cuando veo el otro camino
el otro posible.
Las líneas, hace cuánto olvidadas sus hermanas,
viajan al  reencuentro
a la línea que las une

no se detienen ahí
entran una por el tallo, reencontrándose
otras líneas, fusionándose
incontables experiencias
vuelven a ser lo mismo
ahora sí, recuerdan
el tronco, el único
su origen y destino,
donde el correr
de la savia eterna de la vida
marca
el eterno viaje de ida y vuelta
despidiendo hojas secas
recibiendo, nutriendo
los brotes de primavera

Me quedo pensativo
los posibles caminos
cuando el amor besa mis labios
y la certeza me golpea:
el segundo camino, ese eleijo.

Este poema estaba terminado
cuando miro la vastedad de la sierra
y es el camino,
el camino me eligió
Un día, recordaremos los sueños guardados en el placard.
Los sacaremos, les limpiaremos las capas de polvo.
Brillarán en el sol de otoño

Los reuniremos todos en el círculo y con ellos haremos la fogata más hermosa
Bailaremos a su alrededor y celebraremos toda la noche.

Con al amadrugada nuevos sueños llegarán:
el cuenco está vacío
me encontré
solo en la montaña
herrumbrada mi coraza
las viejas telas desgarradas
ya no era yo
en la montaña

un suspiro, un brote de sol
partió de mi pecho
recorrió los rincones
las raíces, las sombras eternas

y en cada lugar
recogió cuentos
escuchó las historias de las piedras

regresó y me lo contó
y sus secretos eran los míos
su llama íntima la mía

un miedo eterno se apoderó de mí
el miedo de saber
que nunca volvería a encontrar
esa vieja armadura

la emoción vibrante
casi intolerable
de estar vivo.
del sol en la piel
el agua por el cuerpo
el terror de sumergirme
en lo divino

martes, 11 de septiembre de 2012

que mi poesía no sea un escape
sólo eso pido
que recorra
hasta la médula más profunda de mis visiones
y encuentre ahí
otra profundidad por donde caer

que oscile entre los sólidos pilares de mi fe
y mi vuelo trémulo del pájaro
que se sabe muerto en la tormenta

y una con la línea de mis palabras
esas dos pavorosas fronteras
con toda la materia viva que contienen

pido que mi poesía
sea todo lo que navega en mí


certezas y olvidos

Una tristeza profunda
que acapara
cada faceta de mi ser,
capitalista de mis sueños

el designio profundo
de quien se sabe
conocedor de las cosas
pero teme perderlas
oblicuedades de una mente
que niega el espacio sagrado
entre las almas.

saber del cielo reconforta
en los vaivenes
muerte vida muerte
el camino desandado
sugiere
el corazón retorciéndose de locura
grita ¡Dios!¡Alegría!

el disfrute en cada pétalo de rosa
y nosotros trajinando

lo imposible de lo posible
corre el velo de la discordia
y permite que por un momento,
un instante tan fácil de negar, de excusar,
la vida recorra cada pedazo del cuerpo,
perfume la carne.

en el olvido de los días,
la certeza de lo invisible

jueves, 6 de septiembre de 2012

lluvia

unas palabras
que viertan en mí
toda melancolía
todo el dolor juntado
en los latidos del planeta

un planeta
que junte las manos en plegaria
a cada corazón dormido
que moje con lluvia interminable
cada lágrima escondida.

una lágrima que por fin
brote de todo mi ser
con todo mi ser
que abra todas las puertas

todas las puertas
todo el miedo

toda la luz

una poesía

busco una poesía
para que la vida entre en mí

busco la cuña
que de forma a mi corazón
una cuña de papel,
de arcilla o algodón.

un corazón de sueños
de mermelada o recuerdos

unos recuerdos de manteca y café
de mentiras y amigos

unos amigos de puro dulzor
una nube que me abriga.

busco una vida
para que la poesía entre en mí.
busco una entrada
que la poesía viva en mí.

perfume

partículas de polvo
para el despertar de la consciencia
partículas en suspenso
descienden en mí
me perfuman
hacen de mi corazón
un lugar más habitable.

maestros del agua
déjenme fluir
con la historia de las cosas
déjenme posarme
en cada una.
déjenme perfumar
también a mí.
buscar los espacios
vacíos entre las olas
donde el silencio
vibra su música

dejarse arrastrar
me lleva, me lleva
levantado por una fuerza
ajena y tan mía.

estoy en la cumbre
lo veo todo
descifro los misterios
que el abajo esconde

el sol estalla en mi cara
mil hadas cantan y las nubes
van a casa.

caigo

me estrello con lo que creía el piso
pero hay abajo
otro mundo
que me aterra pero puedo encontrar hermoso

lleno de misterios
y de melodías profundas.
también lleno de hadas

bailo en sus espacios
el todo y el vació casi lo mismo
la muerte es presencia
la abrazo

cuando me canso de jugar
vuelvo a la superficie.
nuevo, amador
busco los espacios
vacíos entre las olas

moebius

en el último día
descansarán mis recuerdos
las noches de luz prendida,
tostadas con manteca y miel,
unas manos que lo abarcan todo

en la última tarde
le cantaré a mis días
el olor a jazmín invadiéndolo todo
las músicas favoritas
el asombro aterrado del mar, imbatible
los viajes, las montañas, los duendes
el amor

los atardeceres,
en el último los veré a todos
de nuevo, uno a uno
las pinturas mágicas
de lo que fue
lo que queda guardado
en los sagrados libros de la memoria

en la noche, la última
comeremos con vino
pizza, o guiso.
lloraré mis descuidos
las mujeres que amé,
las que no supe amar.
mis tristezas, mis dolores
todos comerán conmigo
recordaremos viejas anécdotas
nos reiremos como viejos amigos

haremos todo el amor posible
las brasas del hogar se apagarán.

a la madrugada, daré vuelta las fotos
sentiré el rocío, lloraré otra vez
despediré a las flores, ellas a mí
y me iré en un barco de un muelle brumoso
si, siempre imaginé que así sería la partida.
a nuevas tostadas, nuevos recuerdos,
llantos y flores
buscadores del destino
plieguen sus armas
desplieguen sus almas
para volar como el aroma
profundo de los días

buscadores de la nada
caven en lo más profundo
de la más profunda cueva
más allá del suspiro de los días
donde la sangre fluye roja
y el presente celebra

trovadores de la eternidad
volando sin camino
cantando mañanas
que existen hoy.

el caracol va despacito
camina, camina. la vuelta cada vez más grande
abarca más , a más. abraza más cada pasito.
del centro al todo. del todo al centro.
el monte observa, paciente.
sabe de los tiempos del cosmos y los corazones
sabe del tiempo de la semilla, del brote. sabe de cicatrices y deshielos
nada se rompe, todo se transforma.
el monte mira al sol, el sol lo mira. sonríen
el poeta mira al cerro
el cerro mira al poeta
comunión intrínseca de los cuerpos
que laten, juntos
que tiemblan, uno

como el sol

tener que hacer
tener que ser
no me deja ser
no me deja ver.

crucifico mi pasado
crucifico mis tareas
las fundo en mi plexo
donde nada es,
donde todo.

rompo el puente
entre mente y ego
quedo solo
como el sol.

ahora

ya dejé mis maletas
mis fortunas y perdones
dejo atrás mis vicios, mis visiones
mis traiciones y madejas
madera y río, eso vivo, eso río.

dejo atrás mis fríos
mis canciones
dejo mi ropa
especialmente mis calzones

miro el cerro.tomo vino.

dejo la estrechez, mis películas
mis recuerdos, mis futuros
dejo todo y voy,
cantando, a lo oscuro.

ahora, cada piedra es mi amiga
cada yuyo me sonríe
soy la aurora y el mediodía

no hay peros, no hay pesas
ni noche, ni día.

ya no hay cerro, ya no hay yo
ya no estoy, ahora
soy libre ahora
soy
la semilla del norte
promete días y flores
las ciénagas sonríen
si hasta la muerte es vida

camiones y camiones
pasan, pasan
van llevando nada
si los árboles no caminan
respiran, se mueven
ven pasar camiones.

cristo en una red
cristo en las manos
que la recogen
y nadie lo sabe
todos lo dicen

versos desordenados
como es el mundo,
hermoso sin pensar
solo vive,
perfecto

el arte ordena
como ninguna ciencia
puede ordenar

jueves, 18 de agosto de 2011

Noche en casa

el aire espeso de la noche de ciudad
de cáscaras de mandarina y papelitos.
después, barrios.
más pobres que toda tristeza
más sucios que los bolsillos,
el arte del polvo.

cambia el canal
canales sucios pero vivos
salpicados de casitas,
de ojos que miran pasar.

apreto el botón y ahí están
árboles oscuros como el silencio
están, vibran profundas sus melodías

Después pueblos, historias, bicicletas viejas
tiendas robándole al tiempo
suspiros, chirriar de las persianas que suben
viejas que mueren con sus calles, sus casas,
los bustos en la plaza que ya nadie para a mirar
todo iluminado por las nubes que brillan en la noche.

la ventana del tren es el mejor televisor

Días

gentes que buscan días
días que buscan esquinas
que se encuentren.
ojos que buscan crear
mientras recorren la nada.
cantos que buscan abrir
gargantas entrar hasta el pecho
vidas que buscan por dónde
subir el pozo.
mantos que quieren saber
a quién abrigan, si vale la pena,
o si el frío es eterno, más que
tu tiempo acá.
madres que buscan excusas
para soportarse.
mierda que tapa la mierda
bosques que tapan los bosques.
llantos en el camino
caminos que se van
gaviotas que volando se ven.
manos que escriben.

domingo, 31 de julio de 2011

Sábado

cae el sol
las energías se mueven
para que sólo seamos dos

tus manos, tu pelo, que apenas conozco
tus palabras que no llegué a escuchar

que extraño karma universal
que quita al que le da

qué marzos no habrás vivido
qué manos acariciaste
que hoy siguen acá, llorando

volá, con las gaviotas al río
llorá, hecho atardecer
viví, un poco en mi pecho
contame quién fuiste

cómo amabas,
tocame el cuerpo
que tus dedos me cuenten de vos
mirame, que el sol ya se va
que mañana ya está

la muerte
nos cala la vida fuerte
por ese regalo,
el único que me diste,
el mejor,
te amo

viajá lindo, hermano
sé nube naranja
así vivís en mis poesías


para Andy

martes, 12 de julio de 2011

a vos

escribo una canción
para los pasos que me siguen escribo una canción
para los pasos que me guían
y si al final
no hay más
que monte y carnaval,

yo escribo una canción
para los despojos de la tierra bailo sobre el mar
cuanto canta el marinero
pido perdón, abrazo mi karma
y brillo, hoy brillo canción

ya no quiero mirar
las cosas que pude ser
acá está lo que hice mal,
mirá las marcas en mi piel,
tocame miel,
cantame duraznos
que el aire está tibio hoy,
volveme canción

gritame acá
que ya no querés más rejas en los ojos
dejando tirados abrojos en las veredas
marcando pieles en las maderas
obras de arte del sudor

contame viajes que podamos hacer
vivime días, cantame fantasías

pulgas mirando el sol eso somos
sólo pulgas mirando al sol