lunes, 2 de febrero de 2009

El tiempo


Huellas fugaces de un pasado
hecho sombras.
Cortinas floreadas
cada vez más estáticas.
El olor a naftalina
agobiante, o acogedor.
La cada vez más dudosa virgencita.
Ahí está
la ternura hecha tiempo,
olvidada en una casa
demasiado grande para la soledad.
Maquillaje,
sueños de antaño.
Un lugar vacío en la cama
tan enorme.
Barro cansado,
lucecita tenue.
Fragmentos de eternidad,
unidos en los ojos arrugados
que se resisten a perderse
se resisten a dejar a las manitos
solas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nada que ver con la Cata no?
hermoso...
sobretodo la naftalina, malditas viejas!!
xD