domingo, 16 de agosto de 2009


Entrevista con Scott Palmer, académico y consultor del Departamento de Estado y de la red de agencias de inteligencia de EE.UU., y ex docente de la Escuela de las Américas (fragmentos)



–Usted dijo que el despliegue militar en Colombia es parte de la nueva estrategia antidroga. ¿No será también para combatir la guerrilla?


–Por supuesto. Cuando se firmó el plan Colombia, en 1991, el Congreso autorizó a los militares estadounidense a que dieran “apoyo y entrenamiento” en la lucha contra las fuerzas insurgentes colombianas. El único antecedente en la región de una autorización similar ocurrió en 1977, para combatir el tráfico de droga y a la guerrilla en Alto Huallaga, Perú.


–¿Hasta qué punto las políticas de seguridad determinan las relaciones internacionales de Estados Unidos desde el 11-9?


–Se puede decir sin lugar a dudas que el Departamento de Defensa ha tomado mucho más control de la agenda multilateral con América latina, especialmente en los temas relacionados con la seguridad. El Departamento de Estado mantiene el control sólo de palabra. El Departamento de Estado tiene el presupuesto más chico de todos los ministerios. En los ‘90 era de 20 mil millones de dólares y el gobierno de Clinton lo recortó en un 30 por ciento. El Departamento de Defensa tiene el segundo presupuesto, detrás de Salud y Educación, 285 mil millones de dólares. El Departamento de Estado tiene apenas 4400 empleados y no tienen redundancia en ningún puesto. Si un empleado parte a un programa de entrenamiento, el departamento no tiene con quién reemplazarlo. Durante cinco años no hubo examen de ingreso al cuerpo diplomático porque no había presupuesto. Por cada empleado del Departamento de Estado hay 25 militares haciendo tareas similares. Es indispensable que haya un cambio en esa dinámica.


–Pero no es solamente que los militares golpistas coincidieron en esa escuela(escuela de las américas), sino que desde la escuela alentaron su aventuras golpistas. ¿Usted conoce alguna dictadura de derecha en la región que Estados Unidos no haya apoyado?

(Piensa un rato.) –No.

–¿Cuál es el objetivo estratégico de Estados Unidos en la región?

–El objetivo es una región de países compatibles, en paz entre ellos, y con relaciones razonablemente buenas con Estados Unidos, lo cual implica primero democracia y segundo un mercado abierto al comercio y a las inversiones.

–¿Cómo van las relaciones con Argentina?

–Las relaciones son normales, sin problemas. No veo nubes negras en el horizonte.

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