duelen mis manos cuando buscan acariciar lo que no se atreven.
Cuando una busca resignación
y no encuentra,
entre tanta resignación
algunas mueren
de lo lindas que son
del choque que producen
entre la mentira
y la verdad
y sus ojos quedan
flotando, farolitos
o encaramarse en una cara
y vivir, así no sea
de a ratitos
sábado, 2 de julio de 2011
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