
Ya no puedo quedarme quieto
Con tu sangre salpicándome la cara
No puedo relajarme en el sillón
Con tu piel rozando contra tus huesos.
Ya no puedo ser ignorante y feliz.
Ahora que conocí el mundo de verdad.
Ya no puedo vivir por mí,
Ahora que empecé a vivir por los otros
No puedo quedarme callado
Ahora que grité tus injusticias
Y es que no tolero la comodidad, ahora que sé para que la hicieron. Para dormirnos, para drogarnos
No tolero estos edificios, esta ciudad gris
Ahora que pude mirar el cielo, oler la tierra fresca del bosque
Ya no puedo servirte
Ahora que probé la libertad.
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