lunes, 7 de febrero de 2011

la belleza de cuando decidimos
no ser más que dos
sólo cuatro ojos
rodando por bellezas ajenas
soñando paraísos
sólo veinte dedos
muriendo en cada tacto
fundiéndose con lo otro
inventando cuerpos
sólo dos panzas
delfines en la noche
mezclando sudores
alquimia, nueva creación.
cuatro labios
bailando madrugadas
creyendo en mañana
gritándole a la muerte
que espere un poco más.
sólo un sexo y otro
cantando sin tapujos
el lenguaje de la vida
las sombras del día
sólo dos
motas de polvo
destellos de universo
haciendo eternidad

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