domingo, 9 de noviembre de 2008
Indomable
Tanto se nos escapa.
Nadie puede controlar al viento, es libre, va donde quiera.
Solamente la luna juega con la marea.
No podemos impedir que las olas acaricien el mar.
O que el sol nos de vida.
Las máquinas nunca van a controlar un abrazo, una sonrisa, una mirada.
Nadie va a calmar ese te quiero en la panza.
Tus billetes nunca compraron a los guardianes de la tierra. ninguna comodidad va a lograr que los chicos dejen de jugar, de gritar, de romper.
La rebelión siempre está latente.
Siempre va a haber un atardecer naranja en la ciudad gris.
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