sábado, 15 de noviembre de 2008

Seguir


Voy a seguir arrastrándome, aunque esté solo. Voy a seguir clavando uñas, aunque sangren los dedos, y canse, y piense que no vale nada.
Voy a seguir yendo contra tus mentes de plástico, tus grúas, tus avenidas frías.
Voy a arrancar máscaras, oxidar máquinas, renombrar la ciudad con su sangre, hermanos, con sus gritos.
Siempre voy a preferir mi peligrosa libertad a tu cómoda esclavitud.
Y las manos sucias de esos pibes me van a seguir convenciendo que nunca estoy solo, que todo valió la pena

No hay comentarios: