martes, 18 de noviembre de 2008

Poesía de brisa, o de manos


Trenes que no sean tiempo, que sean viaje.

Abrazos que no necesiten caras ni nombres.

Manitos limpias ya.

Que den, que no pidan más.

Que nadie le dibuje a mis piernas un límite en el mapa.

Que las ramas jueguen donde quieran, que no vengan las sierras.

El sol quiere un horizonte para salir.

Fijate que donde hay edificios gigantes sopla más el viento. No le gustan, sopla bien fuerte así se erosionan más rápido. Es que quiere volver a acariciar las hojas.

1 comentario:

Vera Fog dijo...

Como ya te dije el sábado, "es por acá". Digo, un poco más de esto y menos de aquello. Un poco más de sal y menos de pimienta, por decir algo.
Un poco más de frases como: "Que nadie le dibuje a mis piernas un límite en el mapa", ponele.

Y me gustó mucho.


Ju