jueves, 22 de abril de 2010

mis estúpidas palabras
vacías
demasiado livianas para entrar
en tus lágrimas oscuras.
Tus gemidos
tus pedidos de ayuda
que chocan inútilmente
contra mis cerradas manos
ridículamente disfrazadas
de abrazos, con careta solidaria.
Necesito aire fresco en mis ojos
sangre en mi pecho
que irrumpa una abertura
en mis cicatrizados, estériles
latidos de criatura.

Y sin embargo
ternura cálida me traen
los que circulan el mundo,
me llena amarlos

Pero tengo que traspasarme
tengo que hacerlo
antes de terminar
piedra fría en la gris ciudad,
con caprichos de persona

No hay comentarios: