miércoles, 21 de abril de 2010
Poema para mi muerte
pensar que no somos infinitos, que se acaba.
Lamentarse,
es una forma de verlo.
otra es agradecer
y maravillarse
por esta asombrosa, inagotable
finitud
que nos toca vivir.
esta finitud de atardeceres,
de sueños en el río,
de abrazos, madre, padre, hermano,
de batallas perdidas pero peleadas,
en esta finitud, donde entre tantas cosas,
también conocí tus ojos
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